Descripción
Cuando realizamos la infusión de las hojas en agua caliente, gran parte de los compuestos solubles propios de la planta pasan al líquido, que luego ingerimos, incorporando a nuestro cuerpo nutrientes, vitaminas, aminoácidos, etc. Numerosos estudios médicos, de universidades y laboratorios han comprobado que el té verde:
Ayuda a combatir el estrés
Ayuda a relajar el cuerpo
Posee efectos anti-cancerígenos
Ayuda a aumentar el metabolismo, para prevenir la obesidad
Ayuda a proteger el corazón y el cerebro de enfermedades vasculares
Mejora el sistema inmunitario
Ayuda a prevenir la enfermedad de Alzheimer
Ayuda a controlar la diabetes y a prevenir la fibrosis hepática
Combate el envejecimiento
Mejora el aspecto de la piel y de las uñas
De todas las propiedades del té verde, la más difundida es su poder antioxidante, ya que es la variedad que aporta mayor cantidad de catequinas, maximizando los beneficios asociados a estos compuestos naturales del té.
Para una correcta preparación del té verde, se recomienda utilizar el agua a una temperatura de entre 70°C y 80°C e infusionar las hebras entre 1 y 2 minutos, dependiendo del té. Si utilizas saquitos nunca superes los 50 segundos de infusión, ya que tu té se volverá muy amargo y astringente.