Descripción
En Egipto ya se utilizaba para tratar el estreñimiento y también infecciones de las vías urinarias. En el resto del mundo, con el paso de los años, comenzó también a usarse el psyllium como remedio para la tos, las hemorroides, alivio de procesos inflamatorios e incluso como secreto de belleza para mantener el cabello y la piel más sanos y bonitos.
Beneficios de las semillas de psyllium
Es famosa por su alto contenido en fibra que, además de ayudar en el control de peso de forma eficaz, también reduce el apetito, favorece la digestión, estimula el metabolismo y contribuye a eliminar toxinas y productos de deshecho limpiando así organismo.
Los adeptos al fitness adoran esta semilla porque para dietas bajas en carbohidratos es una gran fuente de fibra soluble, mucho más que la avena. Por ejemplo 100 gramos de psyllium aportan 71 gramos de fibra frente a unos 5 gramos que tendría el salvado de avena.
El psyllium también ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre haciendo que el azúcar se absorba de manera más lenta impidiendo los picos de insulina y que el exceso de azúcar quede almacenado en forma de grasa, es decir, no engordarás.
El psyllium ayuda a mejorar el tránsito intestinal, el síndrome del intestino irritable y es un gran remedio tanto para casos de diarrea como de estreñimiento. Es rico en ácidos grasos y cardiosaludable, es un alimento que favorece la reducción de la tasa de colesterol ‘malo’.
Cuenta con mucílagos que hacen que al contacto con líquidos las semillas se vuelvan viscosas siendo una buena opción para sustituir al huevo en dietas veganas o para ligar en todo tipo de elaboraciones. Esta propiedad hace que los panes y recetas de repostería queden más esponjosas y suaves.