Descripción
Las avellanas son uno de los frutos secos más recomendables para la dieta, dado su alto contenido de proteínas y minerales. No obstante, al igual que otros alimentos, deben consumirse en cantidades moderadas.
El consumo habitual de avellanas se ha asociado a la disminución del colesterol y a la protección contra enfermedades cardiovasculares, debido a sus propiedades antioxidantes. Además, se ha estudiado su posible efecto sobre el control del peso y la aparición de la diabetes.
Dentro de sus nutrientes, vale la pena destacar: las vitaminas A, C, E, K , B1, B2 y B9, además potasio, calcio, magnesio, fósforo y manganeso.
Las avellanas son una fuente importante de fibra alimentaria y vitamina E, que contribuye al cumplimiento de las distintas funciones del organismo y, sobre todo, a la protección de las células contra el estrés oxidativo. Por otra parte, la vitamina E es bien conocida por su capacidad de estimular el sistema inmunitario.
Las avellanas también son ricas en riboflavina (vitamina B2) que ayuda a mantener la salud del aparato óseo, la piel y la visión.
Son un fruto muy saludable , siempre que se coman con moderación crudas o al natural, como todos los frutos secos, no fritas ni saladas.
No hay que olvidar que, si bien son muy saludables, también son ricas en calorías. Por ello, se recomienda tan solo consumir un puñadito de avellanas unas 3 veces por semana. Las personas con desnutrición o con un peso bajo pueden beneficiarse del consumo de estos frutos secos a diario, siempre y cuando se incluyan dentro de una dieta balanceada, pautada por un médico.
Las personas que adoptaron o desean adoptar una dieta vegetariana o vegana, pueden beneficiarse del consumo regular de leche de avellana. También quienes simplemente deseen reducir su consumo de productos lácteos.